Claudia Dobles: “Nunca esperé llegar a donde estoy”

Salí de la redacción a eso de la 1.40 p.m., tenía que estar a las 2.30 p.m. en Casa Presidencial.

La entrevista y las fotografías estaban pautadas para las 3 p.m., solo teníamos ese espacio.

Y pues bueno, mejor llegar temprano, al final el tráfico en este país a cualquier hora es un caos, la ventaja es que culminamos a las 3.50 p.m.

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Llegamos puntuales, luego de pasar por toda la revisión de los oficiales de seguridad y de los perros entrenados para detectar drogas, lo cual me asustó un poco, nunca había visto uno en acción, además ese pastor alemán era impresionante, nos dejaron entrar.

Buenas tardes, soy Claudia Dobles, exclamó mientras me dio la mano muy amablemente. ¡Hola doña Claudia, gracias por aceptar la entrevista! —le dije mientras sonreía y se sentaba.

Sinceramente estaba un poco nervioso, tenía mucha gente mirándome, aunque ya la había entrevistado para la Marcha de la Diversidad, era la primera vez frente a ella, de forma seria. Es algo más formal.

—Mucha gente sabe qué es una primera dama, ¿pero realmente qué hace?, le cuestioné mientras ella me miraba, con ojos fijos.

“Lo que la primera dama quiera hacer, vieras que esa es la verdad”, me dice mientras explota de risa. Y ese fue justo el momento en el que se rompió el hielo.

“Normalmente ajusto la agenda del despacho a mis intereses personales, a lo que quiero aportar, en lo que tengo conocimiento, cada primera dama le ha dado su sello personal”.

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Claudia Dobles llegó a Casa Presidencial en mayo, luego de conocerse que su esposo Carlos Alvarado fuese electo Presidente de Costa Rica, después de una tensa segunda ronda de votaciones.

Ella se encarga sobre todo de lo que tenga que ver con el proceso de transformación del transporte público en el país.

—Usted dijo que no es experta en temas de transporte, ¿cómo enfrenta esto?

“En efecto, no soy experta en temas de transporte, y pues la tarea y la labor que hemos dado tampoco requiere que lo sea, ya que la rectoría técnica la tienen el MOPT e Incofer. Nosotros lo que hacemos es una articulación y en eso yo sí tengo bastante experiencia”.

Con cinco meses en el poder, Dobles ha destacado por intentar realizar una labor distinta, trata de ir con un paso firme pero con un sentido de urgencia. Trabajo que se ha visto reflejado en el tren rápido de pasajeros.

—Esto va muy bien, no hemos tenido ningún atraso desde que hicimos la ruta de acción al arranque de la administración, estamos en plena etapa de factibilidad, la cual esperamos esté culminada para el segundo semestre del próximo año. —En ese justo momento la interrumpo: pero obviamente eso no va a estar inaugurado para este gobierno; —ella no me deja terminar mi frase y con una voz imponente recalca “esperamos verlo adjudicado, que sea una garantía para que la gente vea que el proceso no tiene marcha atrás.

Estábamos en un salón llamado Sala de Credenciales. Era de mediano tamaño, con algunos cuadros decorativos, al fondo con dos sillas blancas. Una donde estaba ella con su vestido azul de flores blancas, zapatos negros de tacón pequeño y con un cinturón de tela negro que le llegaba casi al tobillo izquierdo.

Por un momento olvidé todo alrededor y solo me centraba en ella, la observaba. Su forma de hablar era muy peculiar, se veía un poco ensayada, pero segura.

El trabajo de comunicación que han hecho ha sido muy bueno. Realizaba ciertos movimientos con sus manos y cada respuesta que daba era concisa y al grano.

De pronto, se escucha un disparo de una cámara. Era Glen, el fotógrafo quien mientras ella conversaba intentaba hacer un retrato. Algo que se viera natural, desprevenido. De esas fotos que hacen inesperadas pero quedan perfectas.

“Evidentemente comentarios negativos siempre hay, procuro no centrarme en eso y enfocarme en lo que tengo que hacer”.

La miré fijamente y le dije: entonces, ¿qué les dice a los detractores? En ese momento las facciones le cambiaron, hubo un silencio como de dos segundos, “ehh, que no los estoy leyendo mucho (risas)”.

Normalmente Dobles debe lucir impecable y lo hace. Sin embargo, los fines de semana trata de ser lo más casual posible.

“Llego muy tarde a mi casa. Usualmente me pongo ropa más cómoda, los fines, siempre zapatos bajos. Lo paso con mi hijo. El reto con él es que ahora llegamos un poco más tarde, pero lo hemos incorporado en actividades de trabajo, a giras, entre otras”.

La interrumpo y pregunto: ¿Qué no le puede faltar en su día? Y tuvimos esa serie de preguntas rápidas:

Ella: ¿En mi día? Levanta sus ojos y exclama: ¡el café!

Yo: ¿Toma mucho café?

Ella: Lamentablemente sí.

Yo: ¿Es dependiente de él?

Ella: (Suspira), mirá, las veces que no lo he tomado me da dolor de cabeza, así que creo que eso sí es un indicio. Pero no diré que soy dependiente, (risas) solo que curiosamente me da dolor de cabeza cuando no lo tomo.

Ambos soltamos unas carcajadas, en realidad todos los que estábamos ahí lo hicimos.

Cuando todo quedó en silencio dije: De acuerdo, eliminemos el chip de primera dama y esposa, veamos a Claudia como una ciudadana más, ¿cómo evaluaría la labor del Presidente?

“Me parece que es alguien que tiene mucha claridad de cuáles son las prioridades del país, ha sabido cómo generar rutas de acción para esto, independientemente que algunas de esas decisiones no sean populares.

Póngase de nuevo el chip de Primera Dama, ¿le parece tedioso o cansado su trabajo?

Me parece cansado y entretenido, nunca tedioso. No me arrepiento de estar acá, la verdad nunca lo esperé. La noticia más sorpresiva fue cuando Carlos nos notificó que quería iniciar el proceso de campaña. En el momento en que vimos que era importante el acompañamiento y el apoyo fueron completos.

En ese momento se levantó. Fue cuando se dirigió a la mitad de la sala. Y yo me percaté de que mi jefe me decía que ya el tiempo se había acabado. —He salido dos veces en Estilo Ejecutivo. Esta será la tercera ocasión, concluyó.

Luego de la entrevista se cambió el vestido. Antes de eso dijo —¿Cómo se me ve el cabello? ¡Es demasiado rebelde! Se quedó un segundo de pie, al frente de todos y luego se retiró.

SOBRE ELLA

Nombre Claudia Dobles Camargo

Edad 37 años

Profesión Arquitecta

Empresa Casa Presidencial

Puesto Primera dama

Pasatiempos Leer, ir al cine, viajar