Entrevista: Mauricio Cantillo, protagonista de Callos
El protagonista dialoga en este artículo sobre su experiencia durante la realización del filme.
Autor: Mauricio Durán | Publicación: Viernes 29 marzo, 2019
A pocas horas de su estreno en el Costa Rica Festival Internacional de Cine, la película “Callos” se perfila como una propuesta innovadora, cuyo montaje pone a dialogar a tres muchachos gais de distintas generaciones. Uno de ellos, Mauricio Cantillo, dialoga en este artículo sobre su experiencia durante la realización del filme.
1. ¿Cómo fue tu primer acercamiento con Nacho?
Nacho me contactó por recomendación de David Ulloa (escritor de “Cartas a hombres”) él y yo somos amigos de hace años. Fuimos a tomar café y entonces me contó del proyecto. En un principio no me llamó mucho la atención; siempre me he cuestionado muchísimo la representatividad desde la comunidad LGBT (con respecto a símbolos, valores, etc.), no sabía qué tenía yo para decir. No quería colocarme en una posición que generalizara a la comunidad, pensando por ejemplo la descentralización de movimientos activistas más allá de la GAM. Luego de pensarlo, le dije que sí. A las semanas él me puso el primer ejercicio, grabarme con mi celular. Cosas cotidianas, así fue como empezó.
2. ¿Cómo evaluás esa apertura a exponerte desde tu propio lente?
Es un ejercicio interesante, yo ya había empezado a grabarme por motivos personales para llevar una bitácora. Algunos de los clips son de años anteriores. El ejercicio de grabarse es loco porque cuando uno escribe y lleva un diario escrito la velocidad del pensamiento va más rápido de lo que se puede escribir, en el proceso de escritura hay un montón de momentos en los que uno se miente a sí mismo y queda registrada la mentira. Cuando te estás grabando no, la grabación va a la velocidad de lo que estás diciendo y estás viendo tu rostro. Es más difícil mentirte vos mismo y la exposición es mucho mayor. Un ejercicio que supone confianza y seguridad. Es algo que en sí mismo te va construyendo como una persona más segura, que vos mismo tenés el chance de escuchar y cómo pasás del pensamiento a la palabra. Eso también de alguna forma te va construyendo, va de esa dimensión de crecimiento personal a lo que se constituye como mensaje a las demás personas.
3. ¿Cuál creés es la línea narrativa que te entrelaza con tus coprotagonistas?
Creo que porque somos tres personas que no podemos quedarnos queditos con lo que hacemos, nuestra forma de ser implica una acción que responde a lo que está sucediendo. Los tres lo canalizamos de una forma distinta: Alonso con el arte pictórico, yo con el performance, y David también mezcla el performance con el deporte y su activismo político. Creo que los tres nada más no podemos quedarnos callados con lo que sucede y tenemos una necesidad de comunicar.
4. ¿Cuál es la necesidad de “Callos”, como película, hoy, en nuestro contexto?
Primero porque en Costa Rica hay una faltante en cuanto a la construcción de la memoria histórica de las personas, eso va más allá de la comunidad LGBT. En general se nos olvida nuestra historia porque no la visitamos o no hay suficientes registros. Creo que la película es un muy buen aporte a la construcción de la memoria histórica, no solamente de las personas en la comunidad diversa, sino en general del país y cómo eso nos dividió.
Ahora, concentrándonos en la comunidad LGBT y cómo eso nos impactó es importante porque registra, pero además porque en sí la campaña es un hecho histórico, y la forma en que polarizó como nunca a todo el país. El documental literalmente nos desnuda frente a esta situación y eso puede generar una mayor posibilidad de empatía o de comprensión de personas ajenas a la comunidad. Es una forma de desnudar nuestra humanidad y de mostrar qué fue lo que sentimos y cómo lo vivimos. El dolor que causó, el despertar y el empoderamiento que generó. Es algo que no se debe olvidar. Generó algo muy positivo en nosotros.