Felicidad sin límites

Lorena Sibaja tiene 30 años de laborar en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), de los cuales 25 los ha dedicado al puesto de asesora de comunicación institucional.

“Nunca me he aburrido; todo lo contrario, he vivido las mejores experiencias profesionales, a veces pienso que es increíble tener un salario por hacer lo que tanto me gusta”, dijo.

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¿Cuáles han sido sus mayores logros?

La dinámica de la comunicación organizacional ha cambiado de manera abrupta en las últimas décadas.

El referente actual de la palabra comunicación lleva consigo nuevos códigos y expresiones; los paradigmas iniciales se rompieron y nunca más volverán a ser los mismos.

He enfrentado los nuevos retos de esta área.

Entre mis legados, junto con un excelente equipo, puedo mencionar el establecimiento del “Libro del Marca del INA” y el manejo adecuado de su imagen gráfica. De igual manera, el uso de redes sociales y de equipos de alta tecnología en la producción audiovisual, diseño gráfico y publicitario.

¿Cuál es el mayor reto que enfrenta el INA?

La rapidez con que la tecnología y sus diferentes procesos cambia es nuestro mayor reto. Cada una de las carreras técnicas que ofrece debe adaptarse a los nuevos tiempos.

También, las competencias y la mentalidad de las personas deben modificarse porque vivimos de manera acelerada.

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¿Cuáles fortalezas tiene el INA que usted considera que la gente desconoce?

Es una institución noble y maravillosa que permite a miles de costarricenses forjarse un camino, un futuro prometedor a través de la educación y el trabajo. A diferencia de otras instituciones, se reinventa, transforma, innova y se adapta a las necesidades de los diferentes sectores económicos, lo que permite que Costa Rica esté presente en el mapa mundial del desarrollo al tener un mercado competitivo.

Está viviendo una etapa personal muy enriquecedora como abuela, ¿qué es lo que más disfruta?

Es totalmente diferente a la de madre; soy una persona diferente.

Tengo mayor madurez racional y emocional para comprender que cada ciclo de un bebé solo se vive una vez, por lo que hay que disfrutarla al máximo; no habrá una segunda oportunidad.

En este nuevo proceso que me regala la vida, disfruto cada día porque cada paso, sonrisa, palabra o gesto de mi nieta es la expresión misma de una felicidad sin límites que rebosa mi corazón.

¿Cuál ha sido su mayor reto como madre?

Formar personas seguras, independientes, con excelente autoestima, respetuosas de las diferencias y que valoren la importancia de la familia.