Legado y enseñanza de una empresaria
Autor: Luis Alejandro Meneses | Publicación: Jueves 10 agosto, 2017
Ser madre, mujer y abogada es parte de la vida de Ana Lucrecia Tovar de Zarak, quien en este momento vive lo que según ella es uno de sus mayores retos: adentrarse a nuevas experiencias... a empezar de cero, a crear una nueva historia… una nueva trayectoria.
¿Cómo logra distribuirse entre su trabajo como abogada y su rol de madre?
Con mucha organización, respetando siempre el tiempo de mi familia y de mi trabajo. Los fines de semana y las vacaciones son para ellos, durante los días de trabajo, procuro arrancar temprano y tratamos siempre de cenar todos juntos.
En nuestros países contamos con nuestra familia y con personas que nos ayudan con nuestros hijos, eso es un gran apoyo mientras estoy en la oficina o viajando por negocios.
Cuento con un excelente esposo, que me apoya en todo, ambos estamos enfocados, somos un gran equipo, el éxito no va de la mano del dinero, va de la mano con la calidad de vida que se lleva y lo que se logra en unidad.
¿Qué ha sido lo más complicado de esto?
Decidir prioridades en un momento determinado. He tenido que sacrificar Días de la Madre por un viaje de negocios, y me ha tocado no estar en un cierre de una gran transacción porque tengo un hijo enfermo.
Usted lidera el área de Banca y Finanzas de Dentons Muñoz en Panamá, ¿cuál ha sido su mayor reto?
El que estoy viviendo en este momento, pertenecía a una excelente firma de abogados, con historia y trayectoria. Y tomé la decisión de aceptar la invitación, empezar de cero para crear mi historia.
Está iniciando una nueva firma.
Sí, con mi socia panameña Gisela Álvarez de Porras y el gran equipo de socios que pertenecemos a Dentons Muñoz en Centroamérica. Somos una firma legal especializada que se enfoca en asesorar a nuestros clientes con calidad y mucha profesionalidad, siempre enfocados en el "rule of law" (Estado de Derecho), con acceso a las herramientas modernas y los clientes globales que nos da Dentons.
¿Cómo es como mamá?
Hago lo mejor que puedo, mucha disciplina, pero al mismo tiempo mucho amor y comprensión. No pretendo ser perfecta y tampoco pretendo criar hijos perfectos. Los años se encargarán de demostrarme si lo hice bien o mal.
¿Y como abogada?
Confío en mi equipo, delego en ellos y les reconozco sus logros, ellos son los líderes, ellos son parte importante de mi balance entre madre y profesional.