Por qué tenemos que hablar sobre la menstruación, los senos y las lesiones en el deporte femenino
James Gallagher* - BBC Radio 4 | Domingo 27 julio, 2025

La Eurocopa Femenina llega a su fin este domingo.
Pero, aparte del drama y la emoción en el terreno de juego, también está ocurriendo una revolución científica.
Los científicos están investigando las formas en que el deporte de élite afecta al cuerpo de las mujeres: cómo los senos alteran la forma de correr pero un brasier deportivo adecuado puede hacer la diferencia; cómo el ciclo menstrual puede afectar al rendimiento y qué papel pueden jugar las aplicaciones para hacerle seguimiento; y por qué hay un mayor riesgo de sufrir ciertas lesiones y qué se puede hacer para evitarlas.
Estamos muy lejos de la época en la que las atletas profesionales me decían que se las veía simplemente como "minihombres".
La biomecánica de los senos
Recordemos la icónica escena de la final de la pasada Eurocopa Femenina.
Era la prórroga en el estadio de Wembley, en Inglaterra, y la inglesa Chloe Kelly marcó el gol de la victoria contra Alemania.
En medio de la euforia, se quitó la camiseta y mostró al mundo su brasier deportivo.
Se lo había hecho a medida la profesora Joanna Wakefield-Scurr, de la Universidad de Portsmouth, quien se enorgullece de ser conocida como la "profesora del brasier".

Estos son algunos datos sobre los senos que resalta la profesora Wakefield-Scurr:
- Los senos pueden rebotar una media de 11.000 veces en un partido de fútbol.
- El rebote medio es de 8 cm sin el soporte adecuado.
- Se mueven con una fuerza de hasta 5G (cinco veces la fuerza de la gravedad), comparable a la experiencia de un piloto de Fórmula 1.
Experimentos de laboratorio en los que se utilizan sensores en el pecho han revelado cómo el movimiento de la masa de tejido mamario altera el movimiento del resto del cuerpo y, por ende, el rendimiento deportivo.
"Para algunas mujeres, los senos pueden ser realmente muy pesados y, si ese peso se mueve, puede cambiar el movimiento del torso e incluso la fuerza que se ejerce sobre el suelo", me explica la profesora Wakefield-Scurr.

Compensar el rebote de los senos restringiendo el movimiento de la parte superior del cuerpo altera la posición de la pelvis y acorta la longitud de cada zancada. Por eso, los brasieres deportivos no son solo una cuestión de comodidad o moda, sino una herramienta clave para el rendimiento.
"De hecho, observamos que un bajo nivel de soporte de los senos implicaba una reducción de cuatro centímetros en la longitud de la zancada", explica la profesora Wakefield-Scurr.
"Si pierdes cuatro centímetros en cada paso durante un maratón, al final suman una milla".
Los brasieres deportivos también protegen las delicadas estructuras internas del seno. "Si las estiramos, el daño es permanente", dice la profesora, por lo que "se trata más de prevenir que de curar".
El ciclo menstrual y su efecto en el rendimiento

El ciclo menstrual tiene un impacto claro en el cuerpo: puede afectar las emociones, el estado de ánimo y el sueño, además de causar fatiga, dolores de cabeza y calambres.
Pero Calli Hauger-Thackery, corredora británica de larga distancia que ha representado a su país en los Juegos Olímpicos, dice que hablar sobre el tema en el deporte "sigue siendo un gran tabú, y no debería serlo, porque lo estamos padeciendo".
Calli cuenta que siempre nota cambios en su cuerpo en los días previos a su periodo.
"Me siento muy fatigada, con las piernas pesadas, [siento como si] estuviera corriendo en el barro a veces, todo se siente más forzado de lo que debería", dice.
Calli dice que "vive" según su aplicación de seguimiento menstrual, ya que tener el periodo es una fuente de ansiedad, "especialmente cuando se acercan carreras importantes".
Una de esas competencias fue en abril: la maratón de Boston, y su periodo estaba por llegar. Terminó en sexto lugar y recuerda que "por suerte la pudo superar", pero dice que no puede evitar preguntarse si podría haberlo hecho aún mejor.

El ciclo menstrual está regulado por las fluctuaciones rítmicas de dos hormonas: el estrógeno y la progesterona. Pero, ¿qué impacto puede tener esto en el rendimiento deportivo?
"Es muy individual y hay muchos matices. No es tan sencillo como decir que el ciclo menstrual afecta al rendimiento", afirma la profesora Kirsty Elliott-Sale, especialista en endocrinología femenina y fisiología del ejercicio en la Universidad Metropolitana de Mánchester.
"Las mujeres han ganado y perdido competencias, establecido sus marcas personales y batido récords mundiales en todos los momentos del ciclo menstrual", afirma.
Entre los casos más famosos se encuentra el de Paula Radcliffe, que batió el récord mundial de maratón mientras corría con dolores menstruales en Chicago en 2002.

Para determinar si el ciclo menstrual afecta el rendimiento deportivo es necesario entender los cambios fisiológicos que provocan las hormonas en todo el cuerpo, el desafío que supone rendir al máximo mientras se experimentan sintomas, el impacto psicológico de la ansiedad que genera competir durante el periodo y las percepciones sobre todo lo anterior.
La profesora Elliott-Sale afirma que "no es que haya una fase en la que seas más fuerte o más débil", ni en la que "vayas a ganar o a perder", pero, en teoría, las hormonas estrógeno y progesterona podrían alterar partes del cuerpo como los huesos, los músculos o el corazón.
"Lo que aún no sabemos es si eso tiene un efecto lo suficientemente grande como para influir realmente en el rendimiento", afirma.
La profesora añade que "una conclusión muy sensata" es que la falta de sueño, el cansancio y los calambres pueden tener un efecto negativo en el rendimiento, y que el miedo y la ansiedad son "algo absolutamente tangible" para las atletas que están compitiendo ante un gran público durante su periodo.
Ella dice que ha hablado con atletas que "a veces incluso se ponen tres capas de ropa interior" para evitar el riesgo de mancharse y pasar vergüenza, y "eso es una gran carga mental".

El equipo de rugby Sale Sharks Women ha estado colaborando con la Universidad Metropolitana de Mánchester.
Conocí a Katy Daley-McLean, ex capitana de la selección inglesa de rugby y máxima anotadora de todos los tiempos de Inglaterra.
El equipo está teniendo discusiones abiertas sobre la menstruación para entender mejor el impacto que puede tener y cómo prepararse para ella. Esto incluye, por ejemplo, tomar ibuprofeno tres días antes, en lugar de pensar: "No puedo hacer nada al respecto", dice Daley-McLean.
"Es a través de ese conocimiento y esa información que podemos hablar de esto, podemos poner en marcha planes y podemos cambiar nuestro comportamiento para convertirnos en mejores jugadoras de rugby", afirma.
Cómo evitar lesiones
Un tema que ha cobrado relevancia a medida que el deporte femenino ha ido ganando protagonismo es la diferencia que hay entre hombres y mujeres en cuanto a la propensión a sufrir determinadas lesiones.
La mayor parte de la atención se ha centrado en el ligamento cruzado anterior (LCA), una parte de la rodilla que une la parte superior e inferior de la pierna. Las lesiones pueden ser muy graves y tardar un año en curarse.
Según el Dr. Thomas Dos'Santos, investigador en biomecánica deportiva de la Universidad Metropolitana de Mánchester, no solo el riesgo es entre tres y ocho veces mayor en las mujeres que en los hombres, dependiendo del deporte, sino que además las lesiones se están volviendo cada vez más comunes.
Sin embargo, afirma que "no hay una respuesta sencilla" para explicar por qué.
En parte, podría deberse a diferencias anatómicas. Las caderas más anchas de las mujeres hacen que la parte superior del fémur parta de una posición más abierta, lo que modifica el ángulo con el que se une a la parte inferior de la pierna en la rodilla. Eso podría aumentar el riesgo.
El LCA también es ligeramente más pequeño en las mujeres, "por lo que es un poco más débil", explica el Dr. Dos'Santos.

Las lesiones del LCA pueden producirse en cualquier fase del ciclo menstrual, pero también se está investigando el papel que pueden tener los cambios hormonales, inclusive en un estudio patrocinado por la FIFA.
Los altos niveles de estrógeno antes de la ovulación podrían alterar las propiedades de los ligamentos, haciéndolos un poco más elásticos, por lo que "teóricamente podría haber un mayor riesgo de lesiones", afirma Dos'Santos.
Sin embargo, el investigador sostiene que es importante ir más allá de la mera anatomía, ya que las mujeres siguen sin recibir el mismo entrenamiento de fuerza que los hombres.
Él compara la situación con el ballet, en el que las bailarinas reciben un entrenamiento de gran calidad. "La diferencia en las tasas de incidencia de lesiones entre hombres y mujeres es prácticamente insignificante", afirma.
Se está investigando si es posible minimizar el riesgo de lesiones del LCA entrenando a las atletas femeninas para que se muevan de forma sutilmente diferente.
Sin embargo, existe el riesgo de reducir el rendimiento, y algunas técnicas que ejercen presión sobre el LCA, como bajar el hombro para engañar a un defensor antes de lanzarse en otra dirección, son movimientos necesarios en deportes como el fútbol.
"No podemos envolverlas en algodón y decirles que deben evitar practicar deportes", afirma el Dr. Dos'Santos. "Lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que sean lo suficientemente fuertes como para soportar esas cargas, pero no es tan sencillo como decir que podemos erradicar al 100% las lesiones del LCA, porque no podemos".
Ya no son "minihombres"
Aunque todavía hay muchas preguntas sin respuesta, para Katy Daley-McLean, del equipo de rugby Sale Sharks Women, todo ha cambiado radicalmente.
Recuerda que, cuando debutó en 2007, todas las suposiciones sobre el rendimiento de su cuerpo se basaban en los datos de los jugadores de rugby masculinos.
"Nos trataban literalmente como minihombres", recuerda Daley-McLean.
Ahora, dice, las niñas y las mujeres ya no se sienten como unas intrusas en el deporte, lo cual no solo mejora el rendimiento en el deporte de élite, sino que también contribuye a que más mujeres practiquen deporte.
"Es increíble, es algo que hay que celebrar, porque si nos fijamos en las estadísticas, una de las principales razones por las que las niñas abandonan el deporte es la imagen corporal, la menstruación y el hecho de no tener un brasier deportivo adecuado, algo que se puede solucionar fácilmente".
*Con la producción de Gerry Holt

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
- Por qué las jugadoras de la selección inglesa dejarán de arrodillarse como hacían hasta ahora para protestar contra el racismo
- Quién es Olivia Smith, la futbolista "más cara" de la historia (y cómo se compara su récord con los de los futbolistas masculinos)