Transitar, transformar
Autor: Mauricio Durán | Publicación: Lunes 11 marzo, 2019
San José es una ciudad diversa, intercultural, un menjunje de estética y formas, de escenarios y personajes disímiles que comulgan entre sí. Es muchas cosas y a la vez es un estandarte, la carta de presentación urbana. En el centro del cantón convergen a cada instante rostros de cualquier extremo del país, con o sin prisa. Para quienes transitan a diario, las texturas no cambian y los sonidos se van por omisión. Esa es la historia oficial de la ciudad.
Sin embargo, pocas veces hay espacio para cuestionamientos. Observar es un lujo cuando hay prisa, prestarle atención a cómo suena aún más. Un vistazo a su arquitectura revela más de lo que nos cuentan o contamos, esa es la historia subyacente. Cuántos edificios hay abandonados y cuántos a medio habitar, cómo se diferencian sus fachadas, cómo se comunica el asfalto con la naturaleza. Lo vivo de lo inerte, lo bonito de lo feo.
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A través de iniciativas del Ministerio de Cultura o la Municipalidad, la creación de festivales y la activación de sitios históricos se desdibuja una barrera imperante en el diálogo entre transeúntes y espacio público, se les incita a participar del mismo. No obstante, la ciudad no es una excusa cultural ni vitrina del arte; tiene pulmones y respira, se disocia y se construye del quehacer de aquellas personas que la habitan y la forjan.
Previo a Transitarte, festival que se realiza durante marzo en las inmediaciones del Parque Nacional y alrededores, es necesario recordar nuestro protagonismo en la construcción y goce de esta capital, la ciudad somos nosotras y nosotros. Tal como indica Henri Lefebvre, el derecho a la ciudad no es simplemente el derecho a transitarla, sino también el de de transformarla.