Tutores del mar

Enrique Uribe conoce su causa. El joven se desempeña desde hace dos años como Gerente de Sostenibilidad de Misión Tiburón, una organización de conservación marina. Uno de sus objetivos es la creación de modelos de protección biológica que favorezcan oportunidades socioeconómicas en las comunidades costeras de Costa Rica.

Con un núcleo de apenas cuatro personas, pero una red de apoyo institucional que se extiende cada vez más, Misión Tiburón opera en diferentes órbitas. Su empeño está en lograr una integración eficaz de disciplinas sociales, científicas y empresariales.

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La organización cuenta con el apoyo de grupos colaboradores externos, por ejemplo en la conformación de Comités: uno de Juventud que lidera eventos sociales, uno Estratégico que asesora las relaciones interinstitucionales. Asimismo otro grupo de aliados y aliadas se suma a las expediciones a Isla del Coco, también a las jornadas de conteos de especies y a las diferentes actividades educativas en comunidades costeras.

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A una década de haber sido fundada, la organización ha marcado más de 800 tiburones, capacitado más de 200 funcionarios y ha involucrado a más de cinco mil estudiantes de escuelas públicas a través de distintas activaciones.

Hace un año, tras rigurosa investigación y ejecución, se logró crear el primer Santuario de Tiburones de Costa Rica, ubicado en el Golfo Dulce. La organización Mission Blue declaró este sitio un “Hope Spot”, haciéndolo un punto de interés mundial. Según Uribe, “debemos sentirnos orgullosos de esto, y aprovecharlo para cabildear apoyo internacional a todos los niveles. El Santuario promuevo un modelo de desarrollo sostenible e inclusive que realmente tiene el potencial de redefinir el futuro de comunidades como Golfito, Puerto Jiménez y Pavones.”