Un trabajo de dos

Deliyore es el apellido de Luis. Es su nombre profesional y su sello de autenticidad. Años después de hacer eco a su impronta personal, Luis conoce a su actual socia y compañera de trabajo, Carmen Avendaño. Esta, a la fecha, se sostiene como una fructífera alianza.

¿Cómo encuentran la dualidad en su trabajo?

Luis: Consideramos que hacemos un muy buen equipo, ya que con el tiempo hemos permitido encargarnos cada uno en las áreas en las que realmente somos fuertes. Carmen se encarga de negociaciones y administración, yo me encargo de crear nuevas técnicas y estrategias creativas y juntos velamos por el equilibrio de fuerzas.

¿Qué les inspira a nivel creativo y artístico? ¿Qué referencias incorporan en su concepto?

Luis: Durante 14 años he explorado muchos formatos creativos. Busco la armonía con la naturaleza. No voy en contra de la anatomía de mis clientes, todo lo contrario, trato de empoderarlos con su belleza natural y les enseño a trabajar con ella.

¿Qué hace, desde su modelo de negocio, que Deliyore se diferencie de otros centros estéticos?

El concepto de DELIYORE se funda desde la perspectiva de los clientes, eje que se mantiene presente en el trato personalizado y la atención más humana. Nuestros productos están seleccionados como los mejores en el mercado; tenemos como prioridad la sonrisa de quienes nos visitan.

El éxito no conoce formas ni recetas, es una experiencia diferente para todas las personas. DELIYORE está destinado a crecer, desde la fuerza y el compromiso de dos mentes que trabajan bien articuladas y siempre creciendo.